Nace
el 27 de febrero de 1873 en Barcelona. Estudió Derecho y trabajó para la
Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya en Cartagena antes de entrar a
prestar sus servicios en su centro cordobés de Pueblonuevo del Terrible, donde
en julio de 1918, y como jefe del Servicio Administrativo y subdirector, forma
parte de la representación empresarial desplazada a Córdoba para en presencia
del Gobernador, negociar-imponer a una comisión obrera la retirada del oficio
de huelga presentado no aceptando la fórmula conciliatoria propuesta por el Gobernador
-que sí fue aceptada por los obreros a expensas de lo que se decidiese en la
asamblea-, ya que la patronal
consideraba que la cesión a las demandas de los mineros supondría la
ruina de la Empresa, en palabras del director de la misma, Sr. Malye, aunque el
comienzo de la huelga y la comprobación de la decisión de los trabajadores, les
llevara a ceder al día siguiente concediendo algunas mejoras con lo que se
desactivó un conflicto en el que fue clara vencedora la Sociedad de Peñarroya.
A
finales de 1920, D. Mariano obtiene la licencia de uso de armas y para cazar
del gobernador civil de Córdoba, sin que se pueda afirmar que fuera un efecto
más de los derivados de la huelga de 64 días mantenida y ganada por los
sindicatos mineros de la cuenca con el decidido apoyo de la UGT nacional y de
la federación de Mineros de España. Y a partir de entonces su nombre aparece
entre los participantes en algunas cacerías como la organizada por el diputado
a Cortes D. José Castillejo Castillejo en su finca melariense de “Las Caleras”.
Aunque
su nombre no aparece en otras comisiones negociadoras en otros conflictos
mineros -aunque suele ser recibido con una cierta frecuencia, como secretario
de la Sociedad Francesa, en audiencia por el gobernador civil de Córdoba- en
abril de 1922 recibió un vino de honor como homenaje de desagravio ofrecido por
parte de amigos y compañeros después de
que sobre las mesas de las oficinas de la Empresa y en los demás departamentos
del personal «aparecieran distribuidos
con abundancia, unos versitos clandestinos de dudoso gusto que ofendían
altamente su honorabilidad» y la de
otros dos altos empleados de la empresa, mientras la huelga minera, que había
superado los cuarenta días y no había alcanzado su ecuador, se eternizaba para
los trabajadores y sus familias.
Este
duro perfil como negociador le haría ser considerado como uno de los perros
guardianes de la empresa siendo convertido por el anarquista egabrense y
maestro racionalista, Salvador Cordón tras su estancia en Pueblonuevo en 1922-3
-que le permitió vivir la dura derrota obrera en la huelga de los tres meses- en
el insensible personaje archienemigo de los obreros de su novelita “Pueblo en
sombra”, cuya primera parte transcurre en la cuenca minera.
En
la novillada benéfica que se celebró en la plaza de toros de Belmez el 29 de
julio de 1923 a beneficio de la Asociación de Auxilios Mutuos de los empleados
de la Sociedad de Peñarroya. Galvache fue uno de los tres asesores que ocuparon
la presidencia. La exitosa jornada, se remató luego en el Casino del Terrible
donde se celebró un gran baile que demostró la pericia y capacidad de los
organizadores de estos eventos.
Al
iniciarse 1925 se constituye la Cámara Oficial Minera de Córdoba, de la que es
proclamado miembro fundador y elegido por unanimidad como segundo
vicepresidente de la junta rectora. Prosigue su labor directiva solicitando
treinta y dos pertenencias de mineral de hierro y doce más denominadas “Los
almadenes 8º” en el término de Hinojosa del Duque. El 24 de junio de 1926 forma
parte de la comisión terriblense que participa en la inauguración oficial de la
Sub-brigada Sanitaria de Fuente Obejuna, junto al subdirector de la empresa, Monsieur
Byron, el alcalde D. Eladio León y una representación de somatenistas
terriblenses. Un mes más tarde, en su condición de representante empresarial en
solicitó en la Delegación Local del Consejo de Trabajo la excepción en el horario de cierre y
apertura, dentro de las medidas moralizadoras aplicadas por la Dictadura, a la
taberna de la barriada de la Estación de Peñarroya “en beneficio de los
viajeros que debían esperar las salidas o llegadas de los trenes”, que
sería su última actividad pública conocida. También era el presidente de la
Sociedad Cooperativa del personal de Peñarroya, con más de un millar de
asociados que podían adquirir, como beneficio empresarial, el pan y otros productos
de alimentación, calzados, tejidos, etc.
a un precio inferior al del mercado.
Llama la atención en la cabecera del panteón una suerte de escarapela con la leyenda «A mi buen amigo Tarbvuriech». Joseph Tarbouriech fue un ingeniero de la empresa que fue nombrado cónsul de Francia en Pueblonuevo del Terrible en marzo de 1918, aunque dos años después fuera subdirector de la Compañía de Peñarroya en Noyelles Godault (Norte paso de Calais, Francia), tras abandonar las explotaciones cordobesas. Una leyenda de la que no se ha encontrado explicación satisfactoria.
Colaboración del alumnado y del profesorado del IES Alto Guadiato
Collaboration d’étudiants et d’enseignants de l’IES Alto Guadiato
Mariano Galvache del Bazo est né le 27 février 1873 à Barcelone. Il suit des études en Droit et il a travaillé pour la Société Mineur et Métallurgique de Peñarroya à Cartagena, avant de commencer à travailler pour celle de Peñarroya.
En 1918 il a représenté les entrepreneurs de la SMMP pour protester et négocier contre une commission ouvrière, étant les entrepreneurs les vainqueurs. Il est apparu dans la liste des meilleurs contributeurs de la mairie ce qui lui permettait de choisir les électeurs pour devenir sénateur.
Au début de 1926 la Chambre Officielle Mineur de Cordoue est constituée et Mariano Galvache est proclamé membre fondateur et il est choisi comme le deuxième vice-président. Plus tard cette année, il fait partie de l’ouverture de la sub brigué sanitaire à Fuente-Ovejuna, étant aussi le président de la Société Coopérative du Personnel à Peñarroya, avec plus d’un millier d’associés.
À 53 ans il est décédé à Pueblonuevo del Terrible. En hommage, le cercueil est transporté dans un train spécial après le cortège funèbre, évènement organisé pour l'entreprise. Sur le pantheón on peut lire: “À mon ami, Tarbvuriech, qui c’était un ingénieur de l'entreprise de Mariano”.
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