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domingo, 22 de mayo de 2022

PERFILES DEL CEMENTERIO FRANCÉS: MONJAS DE LA PRESENTACIÓN DE MARÍA

                                                

               Sin demasiada publicidad, el 5 de noviembre  se produce la llegada en el tren de la mañana a la Estación de Peñarroya, en la villa de Pueblo Nuevo del Terrible, de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid, Zaragoza y Alicante, procedentes de Almorchón, de un grupo de cuatro monjas pertenecientes a la Congregación de la Presentación de María, creada a finales del siglo XVIII en Francia. Tres eran de nacionalidad francesa y la cuarta, suiza siendo conocidas como: soeur Saint-Damasius, soeur Marie-Julia, soeur Marie-Gilberte y soeur Marie-Thérése. En los andenes de la estación les dio la bienvenida una comisión del personal de la Sociedad minera y metalúrgica de Peñarroya y varias señoras, entre ellas la esposa del ingeniero principal, monsieur Sauvestre, que quería que los hijos del personal de la Colonia Francesa -entonces alrededor de una treintena- de la zona pudieran recibir una educación conforme a la tradición francesa y había realizado gestiones oportunas ante la madre general, soeur Sainte-Séraphine. La Compañía minera acondicionó unas casas como convento-residencia para ellas y un colegio y aquellas monjas se convirtieron en el primer establecimiento de esta Orden en España. Al año siguiente iniciarían, además, su labor docente entre las niñas pobres de la localidad, lo que les permitiría recibir una subvención municipal, a añadir a la mucho más importante recibida de la SMMP.                                                           



                 Inmediatamente este colegio que enseñaba en francés y según los programas de estudios habituales en esa nación, aunque pronto tendría activa una sección de enseñanza en español, recibiendo ayuda y protección desde L’Alliance Francaise «importantísima institución que funciona en la nación vecina para propagar el idioma en las colonias y en el extranjero», según se podía leer en la prensa de la época.

                      

                 En 1914, el director de la Sociedad de Peñarroya Armand Malye, hizo entrega cuando ya se había construido el nuevo edificio colegial, de la Orden de las Palmas Académicas concedida por el Gobierno francés para premiar los méritos por la divulgación de la cultura y educación,  a las monjas integrantes de aquel claustro, imponiéndosela a la hermana de mayor edad de la congregación en Pueblonuevo del Terrible.

                                                                             

Según el historiador Juan Díaz del Moral, las autoridades eclesiásticas de la provincia cordobesa consideraban a la cuenca minera de Peñarroya como de las más apartadas de la influencia cristiana, un lugar en el que se daban matrimonios y entierros en los que no intervenían la Iglesia y uniones de ácratas que ni siquiera habían solicitado la intervención del Juzgado Municipal. Paradójicamente los miembros de la Colonia francesa eran seleccionados por la Empresa mayoritariamente entre católicos, ya que en las oficinas de la dirección parisina se entendía que era lógico que fueran de esta creencia, por ser España un país oficialmente católico. Al ser habitualmente estos empleados practicantes de esta modalidad cristiana despertaron el sentimiento religioso de la burguesía local que procuraba imitar los usos, modas y costumbres de los franceses aquí afincados.                

 

                  En los turbulentos tiempos republicanos, el convento y el colegio recibieron amenazas de incontrolados, que fueron eficazmente resueltas por la decidida actuación para garantizar el orden y la convivencia ciudadana del prestigioso alcalde peñarriblense D. Fernando Carrión Caballero, miembro del partido Izquierda Republicana.

 

                     

                                                       

                  El primer enterramiento de monjas francesas del que ha quedado constancia documental es el de la hermana Marie Saint-Claudine, en 1918 que fue trasladada a este panteón cuya primera titular fue la hermana  Marie Albertine, inhumada el 7 de diciembre de 1920, siendo el resto otras componentes de la congregación de nacionalidad española., de entre las que se podría destacar a la que fuera muy conocida Sor Columba, que murió   en 1992,  que  había sido homenajeada por el Ayuntamiento  socialista que presidía  Álvaro Muñoz Molero  otorgándole la medalla de bronce del municipio por larga dedicación a la infancia en el colegio, pues, a pesar de no estar titulada para ejercer la enseñanza, lo hizo durante muchos años, siendo muy recordada entre quienes la conocieron.

                                                                     

                 En la actualidad (2022) solo residen cuatro  hermanas, ya jubiladas de las tareas de la docencia y ambas de nacionalidad española,  en el convento peñarriblense de la Presentación de María, mientras el colegio, perdida tras la marcha de la Sociedad minera su sección francesa originaria pasado el ecuador del siglo XX, permanece activo con la misma advocación -precisamente el pasado domingo 15 de mayo se celebró en Roma el proceso de canonización  de Marie Rivier, la fundadora de esta orden religiosa a finales del siglo XVIII- pero tutelado por otra orden religiosa con sede en Sevilla.


Colaboración del alumnado y del profesorado del IES Alto Guadiato

Collaboration d’étudiants et d’enseignants de l’IES Alto Guadiato

La Congrégation de la Présentation de Marie a été créée à Peñarroya et elle est formée par 4 nonnes,  les sœurs Sainte-Damasius, Marie-Julia, Marie-Gilberte et Marie-Thérése. Elles ont pu recevoir une éducation conforme à la tradition française. La Campagne minière va conditionner des chambres comme "convent-résidence" et ces nonnes sont devenues le premier établissement de cette Ordre en Espagne.

Le collège enseignait le français et bientôt on ouvrirait une section d'enseignement en espagnol aussi. En 1914, le directeur de la Société de Peñarroya, Armand Malye a attribué l’Ordre des Palmes Académiques accordé par le Gouvernement français quand il a été construit le nouvel établissement. Selon l’historien Juan Díaz del Moral, les autorités ecclésiastiques de la province de Cordoue, étaient considérées à l’embouchure mineure de Peñarroya qui était l’une des plus déplacées de l’influence chrétienne. C'était un lieu dans lequel on fêtait des mariages et des enterrements où l’église n'intervenait pas.

Le premier enterrement des nonnes françaises constaté est celui de la sœur Marie Sainte-Claudina en 1918 qui s'était déplacée à ce caveau dont le premier titre était la sœur Marie Albertine (le 7 décembre 1920). Le reste des composantes de la congrégation de nationalité espagnole ont été enterrés aussi la bas. 

En 2021, il y a seulement deux sœurs qui résident toujours dans le convent de Peñarroya.

INICIATIVA PATROCINADA POR LA DELEGACIÓN DE COHESIÓN SOCIAL, CONSUMO Y PARTICIPACIÓN CIUADADANA DE 

      

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