Sin demasiada publicidad, el 5 de noviembre se produce la llegada en el tren de la mañana a la Estación de Peñarroya, en la villa de Pueblo Nuevo del Terrible, de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid, Zaragoza y Alicante, procedentes de Almorchón, de un grupo de cuatro monjas pertenecientes a la Congregación de la Presentación de María, creada a finales del siglo XVIII en Francia. Tres eran de nacionalidad francesa y la cuarta, suiza siendo conocidas como: soeur Saint-Damasius, soeur Marie-Julia, soeur Marie-Gilberte y soeur Marie-Thérése. En los andenes de la estación les dio la bienvenida una comisión del personal de la Sociedad minera y metalúrgica de Peñarroya y varias señoras, entre ellas la esposa del ingeniero principal, monsieur Sauvestre, que quería que los hijos del personal de la Colonia Francesa -entonces alrededor de una treintena- de la zona pudieran recibir una educación conforme a la tradición francesa y había realizado gestiones oportunas ante la madre general, soeur Sainte-Séraphine. La Compañía minera acondicionó unas casas como convento-residencia para ellas y un colegio y aquellas monjas se convirtieron en el primer establecimiento de esta Orden en España. Al año siguiente iniciarían, además, su labor docente entre las niñas pobres de la localidad, lo que les permitiría recibir una subvención municipal, a añadir a la mucho más importante recibida de la SMMP.
Inmediatamente este colegio
que enseñaba en francés y según los programas de estudios habituales en esa
nación, aunque pronto tendría activa una sección de enseñanza en español,
recibiendo ayuda y protección desde L’Alliance Francaise «importantísima institución que funciona en la nación
vecina para propagar el idioma en las colonias y en el extranjero», según se podía leer en la prensa de la época.
En 1914, el director de la
Sociedad de Peñarroya Armand Malye, hizo entrega cuando ya se había construido
el nuevo edificio colegial, de la Orden de las Palmas Académicas concedida por
el Gobierno francés para premiar los méritos por la divulgación de la cultura y
educación, a las monjas integrantes de
aquel claustro, imponiéndosela a la hermana de mayor edad de la congregación en
Pueblonuevo del Terrible.
En los turbulentos tiempos
republicanos, el convento y el colegio recibieron amenazas de incontrolados,
que fueron eficazmente resueltas por la decidida actuación para garantizar el
orden y la convivencia ciudadana del prestigioso alcalde peñarriblense D.
Fernando Carrión Caballero, miembro del partido Izquierda Republicana.
El primer enterramiento de
monjas francesas del que ha quedado constancia documental es el de la hermana Marie
Saint-Claudine, en 1918 que fue trasladada a este panteón cuya primera titular
fue la hermana Marie Albertine, inhumada
el 7 de diciembre de 1920, siendo el resto otras componentes de la congregación
de nacionalidad española., de entre las que se podría destacar a la que fuera
muy conocida Sor Columba, que murió en
1992, que había sido homenajeada por el Ayuntamiento socialista que presidía Álvaro Muñoz Molero otorgándole la medalla de bronce del
municipio por larga dedicación a la infancia en el colegio, pues, a pesar de no
estar titulada para ejercer la enseñanza, lo hizo durante muchos años, siendo
muy recordada entre quienes la conocieron.
En la actualidad (2022) solo
residen cuatro hermanas, ya jubiladas de las tareas de la docencia y ambas de
nacionalidad española, en el convento
peñarriblense de la Presentación de María, mientras el colegio, perdida tras la
marcha de la Sociedad minera su sección francesa originaria pasado el ecuador
del siglo XX, permanece activo con la misma advocación -precisamente el pasado
domingo 15 de mayo se celebró en Roma el proceso de canonización de Marie Rivier, la fundadora de esta orden
religiosa a finales del siglo XVIII- pero tutelado por otra orden religiosa con
sede en Sevilla.
Colaboración del alumnado y del profesorado del IES Alto Guadiato
Collaboration d’étudiants et d’enseignants de l’IES Alto Guadiato
La Congrégation de la Présentation de Marie a été créée à Peñarroya et elle est formée par 4 nonnes, les sœurs Sainte-Damasius, Marie-Julia, Marie-Gilberte et Marie-Thérése. Elles ont pu recevoir une éducation conforme à la tradition française. La Campagne minière va conditionner des chambres comme "convent-résidence" et ces nonnes sont devenues le premier établissement de cette Ordre en Espagne.
Le collège enseignait le français et bientôt on ouvrirait une section d'enseignement en espagnol aussi. En 1914, le directeur de la Société de Peñarroya, Armand Malye a attribué l’Ordre des Palmes Académiques accordé par le Gouvernement français quand il a été construit le nouvel établissement. Selon l’historien Juan Díaz del Moral, les autorités ecclésiastiques de la province de Cordoue, étaient considérées à l’embouchure mineure de Peñarroya qui était l’une des plus déplacées de l’influence chrétienne. C'était un lieu dans lequel on fêtait des mariages et des enterrements où l’église n'intervenait pas.
Le premier enterrement des nonnes françaises constaté est celui de la sœur Marie Sainte-Claudina en 1918 qui s'était déplacée à ce caveau dont le premier titre était la sœur Marie Albertine (le 7 décembre 1920). Le reste des composantes de la congrégation de nationalité espagnole ont été enterrés aussi la bas.
En 2021, il y a seulement deux sœurs qui résident toujours dans le convent de Peñarroya.
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