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domingo, 28 de agosto de 2022

RESEÑA HISTÓRICA DEL CEMENTERIO SAN JORGE/ SAINT GEORGE´S CEMETERY HISTORY

 

Aunque la existencia documental del cementerio peñarriblense más antiguo se remonte a 1836, en la todavía aldea belmezana de Peñarroya, este camposanto no fue construido hasta 1908, ya en la entonces villa independiente de Pueblonuevo del Terrible, una vez que el anterior ubicado en las proximidades de la todavía aldea del mismo nombre desde 1879 -pero ya a punto de ser absorbido  en el casco urbano- fuese clausurado al ser considerado como un foco de infección para los vecinos y por la angustiosa falta de espacio para continuar los enterramientos. Los terrenos fueron donados por la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP) en una loma bien ventilada y, atendiendo a la legislación, alejada de las últimas casas a unos 400 metros, y alrededor de 100 del apartadero de carga de la mina de hullas semigrasas de El Antolín, en el entonces ferrocarril de vía estrecha de Peñarroya-Fuente del Arco. La flamante corporación municipal costeó las obras cuyo proyecto había sido aprobado por el Arquitecto Provincial. Siendo alcalde D. Alejandro Villaseñor Dorado se llevó a cabo la solemne inauguración y bendición de las nuevas instalaciones por el titular de la pequeña parroquia de Santa Bárbara, D. Salvador Roldán Requena. El nuevo recinto fue puesto bajo la advocación del santo del día, recibiendo la denominación de SAN JORGE[1]. Fue todo un acto social en el que participaron además de los miembros del consistorio, las autoridades locales, otras personalidades que habían sido invitadas por el alcalde y el pueblo en masa, aquel tibio domingo 19 de abril en una ceremonia que también sirvió para la toma de posesión por el Ayuntamiento de la nueva infraestructura. El día 21, declarado oficialmente clausurado el anterior cementerio terriblense, se produjo la primera inhumación en tierra. A partir de entonces, se fueron realizando traslados de los restos humanos desde el antiguo cementerio hasta su definitiva desaparición.

Although the documentary existence of the oldest cemetery in Peñarroya-Pueblonuevo dates back to 1836, this cemetery was not built until 1908, once the previous one located in the vicinity  since 1879. This first cemetery was absorbed into the urban area- was closed as it was considered a source of infection for the neighbors and due to the distressing lack of space to continue the burials.

 The land for the new cemetery was donated by the Peñarroya Mining and Metallurgical Society (SMMP) on a well-ventilated hill and, in accordance with the legislation, about 400 meters away from the last houses, and about 100 meters from the loading siding of the coal mine. semi-grasses of El Antolín. The new municipal team financed the works whose project was approved by the Provincial Architect. Being mayor D. Alejandro Villaseñor Dorado, the solemn inauguration and blessing of the new facilities was carried out by the head of the small parish of Santa Bárbara, D. Salvador Roldán Requena. The new enclosure was placed under the invocation of the saint of the day, receiving the denomination of SAN JORGE[1].  On the 21st, when the previous Terribilian cemetery was officially closed, the first burial took place on land. From then on, the human remains were moved from the old cemetery until their definitive disappearance.

El camposanto, de planta cuadrada originariamente, tenía una hectárea de superficie con un cerramiento parcial de una reja metálica en el lado de la puerta de acceso, siendo las otras tres de tapial en la que se irían adosando los nichos -era una época en la que la mayoría de la gente prefería ser enterrada en tierra, ya que incluso se consideraba con un signo de modernidad el ser enterrado en nichos. Un número indeterminado de árboles, eucaliptos en lugar de los clásicos cipreses o las tullas, se habían comprado y plantado para facilitar la estancia de los deudos de los allí inhumados. Adosado a uno de los muros de este cementerio católico, pero  independiente de él ya que tenía su propio camino  y puerta almenada de acceso, estaba el cementerio civil, el primero de los realizados plenamente con este carácter laico en la localidad, con planta cuadrada y un tamaño aproximado de unos 600 metros cuadrados -que sería ampliado en los primeros años de la Segunda República- en el que en la actualidad fuera de uso y prácticamente abandonado, donde  quedan dos grandes pinos que dan sombra a sendos panteones de franceses y los nichos sobre una de las paredes en los que se han extraído sus ocupantes a excepción de cinco de ellos cuyas lápidas en francés pregonan su origen de todas menos una. Han desaparecido los eucaliptos plantados al crearse el lugar y que bordeaban el camino exterior junto a la tapia. Este recinto inmediatamente fue conocido como “el cementerio de los protestantes”[2], ya que resultaba difícil al vecindario no adscribir a sus ocupantes a una creencia religiosa, denominación que compartió también con la posterior de “cementerio de los republicanos” incluso antes de la llegada de la República y también durante la era franquista, hasta casi la última década del pasado siglo XX.

 Cemetery, originally square in plan, had a surface area of ​​one hectare with a partial enclosure of a metal grille on the side of the access door. It was a time when most people preferred wanted to be buried in the ground, since it was even considered a sign of modernity rather than buried in niches. An indeterminate number of trees, eucalyptus instead of the classic cypresses or tulles, were bought and planted to facilitate the stay of the relatives of those buried there. Attached to one of the walls of this Catholic cemetery, but independent of it since it had its own path and battlemented access door, was the civil cemetery, the first of those fully built with this secular character in the town. This  is currently out of use. Inside there are two large pine trees that shade two separate pantheons of French and the niches on one of the walls in which its occupants have been extracted except for five of them whose tombstones in French proclaim their origin of all but one.  This enclosure was immediately known as "the Protestant cemetery"[2], since it was difficult for the neighborhood not to ascribe its occupants to a religious belief, a name that it also shared with the later "Republican cemetery" even before the arrival of the Republic and also during the Franco era, until almost the last decade of the 20th century.

La primera inhumación de la necrópolis en uno de los 60 nichos bajo galerías cubiertas, o bóvedas, construidas con las 2000 pesetas presupuestadas al efecto, fue la de María Barrera Molero[3] el día 24, y el primero de los panteones edificados lo fue para la adolescente Paula-Odette Malye, hija del ingeniero principal de la SMMP Monsieur Armand Malye, que fue enterrada el 13 de octubre de 1909, año en el que tres meses antes se habían dado a la tierra los cuerpos de los 11 mineros víctimas de la explosión de grisú que había llevado la desolación y la muerte a las galerías de la mina de Santa Elisa en el más grave de los accidentes habidos en las minas peñarriblenses.

The first  person buried in this necropolis  María Barrera Molero[3] on the 24th, and the first of the pantheons built was for the adolescent Paula-Odette Malye, daughter of the chief engineer of the SMMP Monsieur Armand Malye, who was buried on October 13, 1909.

Solo por datos indirectos se pueden conocer la dedicación del espacio principal dedicado a los panteones en este cementerio -ya situados mayoritariamente sobre su actual emplazamiento- y con alguna mayor precisión a partir de 1921, puesto que durante la huelga general de solidaridad con la Revolución de Octubre de 1934 en Asturias que se vivió en Peñarroya-Pueblonuevo, se llevaron a cabo por las fuerzas del Ejército y de la guardia civil desplazadas para mantener el orden centenares de detenciones entre los trabajadores y miembros de los sindicatos. Bastantes de estos permanecieron retenidos en el archivo del Ayuntamiento -que estaba junto a los calabozos municipales- durante unos días hasta que fueron trasladados a otras prisiones. Y como las temperaturas eran frías, se usaron estufas de carbón como calefacción con el resultado de tostar, haciendo inservibles para su uso, a los legajos municipales de la antigua villa de Peñarroya comprendidos entre los años 1894 a 1920 que estaban pared por medio. Entre las “víctimas”, también se encontraron varios documentos de los cementerios locales.

Only through indirect data  we know the dedication of the main space dedicated to the pantheons in this cemetery -already located mostly on its current location- and with some greater precision from 1921.

Como curiosidades decir que, a extramuros, durante el curso de la guerra civil entre 1936-39 se efectuaron a través de una puerta habilitada en el muro 87 enterramientos de moros encuadrados en las fuerzas de choque de Regulares de Melilla, en terrenos que luego ocuparía la última ampliación del cementerio en 1955. La otra es el desconocimiento de lugar de la perfectamente ordenada fosa en la que fueron enterrados los 91 ejecutados tras las sentencias de los Tribunales Militares habilitados en Peñarroya-Pueblonuevo al término de esa misma guerra.

As curiosities, outside the walls, during the course of the civil war between 1936-39, 87 burials of Moors  of  Melilla shock forces   were carried out through a door enabled in the wall, on land that would later occupy the last expansion of the cemetery in 1955. The other is the lack of knowledge of the place of the perfectly ordered grave in which the 91 executed after the sentences of the Military Courts authorized in Peñarroya-Pueblonuevo at the end of the Civil War.


En este cementerio de San Jorge podemos rastrear las huellas de quienes habitaron el mayoritariamente en el distrito de Pueblonuevo, herederos de la extinguida villa de Pueblonuevo del Terrible, crisol en el que se fundieron las vidas de extremeños, andaluces, manchegos y de otros lugares hispanos, junto con las de franceses, portugueses y, en menor número, de italianos, atraídos por la existencia del carbón -entonces la energía básica  empleada en industrias, medios de transportes  y en el consumo doméstico- que han dejado la frágil herencia de su memoria en sus contribuciones al desarrollo y progreso de la vida ciudadana, aportando sus valores, saberes. experiencias, luchas personales y profesionales, ilusiones y desconsuelos a una población a la que amaron, habiéndose convertido en artífices, aunque tal vez no llegaran a ser conscientes de ello, de la configuración que guardan las geografías física y humana de la actual ciudad de Peñarroya-Pueblonuevo. Unas memorias cada vez más evanescentes, pero siempre ejemplarizantes referencias en lo bueno y en o malo, que nos siguen hablando una vez convertidos en modestos, pero aún útiles, hitos sobre los que poder continuar construyendo, a quienes nos ha correspondido seguir sus pasos, un futuro solidario de progreso para nuestra población.   

In this cemetery we can trace traces of those who lived mostly in the district of Pueblonuevo del Terrible, a melting pot in which the lives of Extremadurans, Andalusians, Manchegos and other Hispanic places merged. , along with those of the French, Portuguese and Italians, attracted by the existence of coal - then the basic energy used in industry, means of transport and domestic consumption  who have left the fragile legacy of their memory in their contributions to the development and progress of citizen life at Peñarroya-Pueblonuevo.

Este trabajo, aun considerando el cementerio como una suerte de aula abierta, se va a ocupar únicamente de los inhumados en la hilera doble de 42 panteones, cuyas cabeceras están adosadas y aproximadamente enfrentadas, situados céntricamente en el primitivo recinto que sería ampliado en dos ocasiones, la segunda a partir de la adquisición de un terreno adosado en el lateral que mira aproximadamente hacia la línea del horizonte entre Peña Ladrones-Belmez al comprar el Ayuntamiento  a la Sociedad de Peñarroya el terreno precisado en el ecuador del siglo XX .                                                             

Estos panteones son el más claro exponente del poder económico diferenciador entre las clases sociales acogiendo a miembros de la media-alta de la burguesía local: alcaldes, médicos, banqueros, propietarios rurales, industriales, comerciantes…  todos entremezclados, por el orden aleatorio que impone la muerte, con los ocupados por miembros de la Colonia extranjera: ingenieros o sus familiares y altos empleados.  También de alguno de los integrantes de los matrimonios mixtos franco-españoles de quienes trabajaban para la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya o en su esfera de influencia. Su construcción se generalizó desde mediada la segunda década del siglo XX hasta finales de la de los años cuarenta, periodo en el que podemos situar el máximo apogeo y el comienzo del declive de la Sociedad Francesa y que se verá reflejada especialmente en Peñarroya-Pueblonuevo, la capital de hecho de la cuenca minero industrial del valle del Guadiato y en el resto de poblaciones que lo integran.

Pantheons are the clearest exponent of the differentiating economic power between social classes, welcoming members of the upper-middle of the local bourgeoisie: mayors, doctors, bankers, rural owners, industrialists, merchants... all intermingled, by the random order that imposes death, with those occupied by members of the foreign colony: engineers or their relatives and high-ranking employees. Also from some of the members of the Franco-Spanish mixed marriages of those who worked for the Mining and Metallurgical Society of Peñarroya or in its sphere of influence. Its construction was generalized from the middle of the second decade of the 20th century until the end of the 1940s, a period in which we can locate the peak and the beginning of the decline of the French company and that will be reflected especially in Peñarroya-Pueblonuevo.


        

La singularidad de estos panteones, todos pertenecientes al rito católico, está en la internacionalidad de sus ocupantes -obviando las sucesivas reutilizaciones y las agrupaciones familiares- que podemos distribuir así: 14 franceses, 1 italo-brasileña, 1 franco-ruso, 1 suizo y 15 españoles, -estos últimos son utilizados para contener los restos de familias en su mayoría-. De los restantes no hay datos y su estado de abandono es lamentable.  Otra peculiaridad observable es que buena parte de las lápidas de los franceses están escritas en francés, algo que no es muy habitual en los enterramientos de estos extranjeros en otras necrópolis, y que en este cementerio son mayoritarias, lo que puede indicar el grado de poder e influencia de la Sociedad Francesa que explotaba los yacimientos mineros y el cerco industrial, una multinacional que prácticamente actuaba con un estado dentro del estado español y que era calificada entre los lugareños como de “madre-madrastra”, porque si bien daba beneficios a los pueblos y permitía su progreso, era a costa de esquilmar su riqueza y de convivir con los habitantes de la zona en una situación semicolonial. 

The uniqueness of these pantheons, all belonging to the Catholic rite, lies in the internationality of their occupants -ignoring the successive reuses and family groupings- that we can distribute as follows: 14 French, 1 Italian-Brazilian, 1 French-Russian, 4 Swiss and 15 Spaniards, -these last ones are used to contain the rest of families in its majority-. Another  peculiarity is that a part of the tombstones of  French  people are written in French, something that is not very common in the burials of these foreigners in other necropolises. which may indicate power and influence of the French company who  acted with a state within the Spanish state. 


Estos panteones fueron objeto de robos y vandalismo generalizados por lo menos en dos ocasiones: una en abril de 1936 «cuando unos salvajes destrozaron cristales, marcos de nichos, así como pasamanos de mármol de panteones, retirando los crucifijos y demás recuerdos familiares» provocando la indignación del vecindario. La otra fue en octubre de 1947 cuando «unos forajidos penetraron en el cementerio y se llevaron importantes cantidades de metal, que arrancaron de panteones y sepulturas, para venderlo a los chatarreros». En ninguno de los casos pudo detenerse a los malhechores.

These pantheons were subject of  widespread theft and vandalism on at least two occasions: once in April 1936 "when savages smashed windows, niche frames, as well as marble handrails from pantheons, removing crucifixes and other family mementos" causing the neighborhood outrage. The other was in October 1947 when "some outlaws entered the cemetery and took significant amounts of metal, which they tore from cemeteries and graves, to sell it to scrap dealers." In neither case could the criminals be apprehended.

Pero han sido el paso del tiempo, la atenuación, o el cambio, de los ritos y costumbres relacionados con la muerte; la falta de deudos que cuidasen las tumbas tras la masiva emigración fundamentalmente, o la indiferencia y dejadez municipales los factores que han llevado a algunos de ellos a la ruina y al abandono, despojando a este camposanto de San Jorge de una parte de su valor patrimonial, una vez olvidada  completamente la complementaria función de invitación a la meditación entre tumbas y árboles que configuró inicialmente la filosofía de su arquitectura, además del siempre necesario mantenimiento de la memoria histórica de quienes nos precedieron como peñarriblenses.

 



[1] Puede leerse en el texto de la sesión celebrada por el consistorio el 20 de abril: declarado a partir de dicha fecha habilitado para las inhumaciones, bajo la advocación de San Jorge, santo del día», aunque en el santoral católico el 19 de abril esté dedicado a San León, Tiene escasísimos visos de verosimilitud  la hipótesis de que esta adscripción a San Jorge se debiera a que este santo fuera el copatrón, junto a la virgen y mártir Santa Bárbara, de la flamante villa de Pueblonuevo del Terrible como algún contara a este cronista en una ocasión.

[2] Gerald Brenan, el autor inglés afincado en Granada tras la 1ª Guerra Mundial, escribió que en estos tiempos los católicos españoles consideraban que ya era pecado el sentarse junto a un protestante.

[3] A la que se le añadía el “de Pando”, apellido del marido, tal vez para indicar que ni siquiera con la muerte la mujer era alguien por sí misma, si no lo era bajo la potestad de un varón.

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